Hoy, 25 de noviembre, festividad de Santa Catalina de Alejandría, Patrona de la Universidad de Toledo desde su creación en 1485, todos aquellos que sentimos profundamente el clásico e inmarcesible espíritu universitario del estudio y del saber, nos alegramos de celebrar esta efeméride y a ella quiero dedicarle la breve reseña de los momentos iniciales que propiciaron el nacimiento del Patronato Universitario de Toledo, y, a través de él, de los Estudios Superiores en la Ciudad en el Curso Académico 1969-70, herederos y continuadores de aquélla. Un nacimiento que, por encima de todo, buscaba recuperar una secular tradición universitaria, tan sólo “momentáneamente” interrumpida.
Resulta casi ocioso proclamar la total unanimidad existente entre las distintas y variadas instituciones y organismos que promovieron el brillante Proyecto de reinstaurar los Estudios Superiores en la Ciudad de Toledo. Las cinco Actas conservadas del evento (la primera, de 18 de abril de 1969, y, la última, del 23 de diciembre del mismo año), nos hablan de una decidida y colectiva voluntad por recuperar la naturaleza universitaria de la Ciudad Imperial, injustamente arrebatada a mediados del siglo anterior. Según consta en la primera de las Actas citadas (la de 18-04-1969) entre los principales mentores de la iniciativa, la mayoría ya desaparecidos, encontramos relacionados, entre otros, al Rector de la Universidad Complutense D. José Botella Llusiá, al Ministro D. Licinio de la Fuente y de la Fuente, al Presidente de la Diputación D. José Finat y de Bustos (sustituido más tarde por D. Julio San Román Moreno), al Alcalde de la Ciudad D. Ángel Vivar Gómez, los Decanos de las Facultades de Filosofía y Letras -Sr. Francisco Sánchez-Castañer y Mena- y de Ciencias -Sr. Rafael Alvarado Ballester- (ya que esos estudios serían los primeros en implantarse), al Gobernador Civil D. Fernando Pérez de Sevilla y Ayala, a cinco Procuradores en Cortes, a seis Directores de importantes instituciones de la Ciudad, al Presidente de la Cámara de Comercio D. Juan Galiano de la Cruz, al Director de la Caja de Ahorros Provincial D. Juan Molero Pintado, al Director de la Escuela Normal D. Raimundo Drudis Baldrich, o al Presidente de la Asociación de Padres de Familia D. Ramón Labrador Suárez. Todos ellos, junto con otros, formaban la que se denominó Junta Promotora de los Estudios Superiores en Toledo, órgano rector provisional de la futura Institución Académica, posteriormente sustituida por el definitivo Patronato del Centro Universitario de Toledo; mientras que la Comisión Ejecutiva provisional, de composición más reducida y de actuación más inmediata, la conformaban el Presidente, el Sr. Enrique Thomas de Carranza, el Gobernador Civil, el Presidente de la Diputación, el Alcalde y el Director de la Caja de Ahorros Provincial.
En un tiempo excepcionalmente breve, apenas unos días, el Ministerio de Educación y Ciencia, por una Comunicación, que se lee en la segunda reunión de la Junta Promotora, de 2 de mayo de 1969, autoriza “ … la constitución del Patronato, la impartición de los Estudios Superiores en Toledo y la constitución definitiva de la Comisión Ejecutiva … ”. Al amparo, pues, de este fundamental documento, y cuyo texto, lamentablemente, no aparece en los archivos del Patronato, se procede a la formación definitiva de éste, así como a la de su Comisión Ejecutiva. El primero, lo conforman, además de los ya citados más arriba, los organismos y señores siguientes: el Delegado Provincial de Educación y Ciencia D. Agustín Cano de Santayana y Batres, el Consejero Nacional del Movimiento D. José Finat y Escrivá de Romaní, el Director de la Academia D. Marcelo Aramendi García y el Director de Estudios Toledanos D. Juan-Francisco Rivera Recio. Aparecen, además, en calidad de vocales a título personal, D. Licinio de la Fuente y de la Fuente, D. Eugenio López y López y D. Gregorio Marañón Moya. La segunda, a su vez, la integran D. José Botella Llusiá, D. Enrique Thomas de Carranza, don Fernando Pérez de Sevilla y Ayala, don Julio San Román Moreno y don Ángel Vivar Gómez. Como Secretario de ambos, se registra el nombre del que sería el primer Director del recientemente creado Centro Universitario, D. Pedro Ridruejo Alonso. En esa misma reunión, se acuerda también que las Aulas, Laboratorios y demás dependencias administrativas queden instalados provisionalmente en dos plantas del edificio de la Escuela Normal, en la Avenida de Barber.
El día 8 del mes de junio, tiene lugar la tercera reunión del Patronato, en cuyo seno se procede a la aprobación del primer Presupuesto Ordinario por un importe de 3.235.000´, pesetas. Son sus principales fuentes de financiación: la Excma. Diputación, el Excmo. Ayuntamiento y la Caja de Ahorros Provincial, y que, al final, serían las tres Instituciones Titulares del Patronato. Asimismo, se decide la adaptación del edificio de la Diputación, ubicado en la Plaza de Santa María de la Cabeza, como Residencia Universitaria Femenina. Como complemento de lo anterior, en la cuarta reunión, celebrada el día 1 de septiembre, se aprueban la nómina de profesores y las viviendas en donde se alojarían, la relación de los alumnos matriculados, las bases de la convocatoria de becas y su importe (de cuarenta mil y veinte mil pesetas, respectivamente; cantidad de cierta importancia para aquellos tiempos), así como otros asuntos relacionados con el aseguramiento de los inicios del Curso.
Cierra el catálogo de reuniones del año, la desarrollada el día 23 de diciembre. Como principal novedad, ha de recogerse que la sesión tiene lugar en el Despacho del Sr. Ministro don Licinio de la Fuente y de la Fuente, en Madrid, a quien se le nombra Presidente de honor del Patronato, nombramiento que comparte con el Ministro de Educación y Ciencia don José Luis Villar Palasí. En ella, asimismo, se ven temas de sumo interés para la fijación de su primer y elemental marco jurídico de actuación. Se sancionan, por ejemplo, la definición de la naturaleza jurídica y estatutaria del Centro, el Reglamento de Régimen Interno o las normas reguladoras de la gestión administrativa. En su defecto, se añade, regirá la normativa académica de la Universidad Complutense. Se había iniciado el sueño de crear la IV Universidad de Madrid, con sede en la Ciudad de Toledo.
El punto final del acta fundacional del restablecimiento de los Estudios Superiores de Toledo se puso con la solemne inauguración del Curso, que había tenido lugar en la Biblioteca del Palacio-Hospital de Tavera, el 23 de octubre de 1969. Se coronaba con éxito el cúmulo de gestiones y desvelos que habían ocupado, durante casi un año, a un grupo de personas que dieron todo lo mejor en pro de otorgar la categoría de Universitaria a la Ciudad que amaban. A todos ellos, nuestra gratitud y reconocimiento imperecederos. La semilla universitaria se había sembrado en tierra fértil y los frutos deseados no tardarían en llegar. Pero de esos momentos hablaremos en otra ocasión; hoy, tan sólo, acompañemos en su alegría, y felicitemos en la festividad de Santa Catalina, al equipo Decanal, Profesores, Alumnos y PAS de la Facultad de Humanidades, y, cómo no, a todos los que nos identificamos con la onomástica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario