El 15 de Noviembre se celebra la fiesta San Alberto Magno, patrono de la antigua Sección de Químicas del CUT y de su "hija", la Facultad de Ciencias Ambientales, que nació en 1998 por transformación de la anterior, en el antiguo convento de San Juan de la Penitencia, aunque al siguiente semestre se trasladó al campus de la antigua Fábrica de Armas.
San Alberto Magno fue un fraile dominico alemán (ca. 1200-1280), formado en Padua y en París, que además de teólogo y filósofo fue un reputado científico, experto en Botánica y Química. Descubrió el Arsénico en 1250, y fue maestro del futuro Santo Tomás de Aquino (téologo considerado el patrono de bachilleres y universitarios), y del físico Henry Byren.
Pese a no haber sido canonizado hasta 1931, cuando Pío XI lo nombró "Doctor de la Iglesia", Alberto Magno es considerado en todo el mundo patrono de las carreras de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales.
Este es el último año que los estudiantes de Primer Ciclo de Químicas celebran a su patrono, porque el próximo año la carrera desaparecerá en Toledo, casi cuarenta años después de su implantación, en el curso 70/71. ¿El motivo? Las autoridades académicas de Castilla-La Mancha han considerado que no debe haber más estudios de Químicas que los de la Facultad de Ciudad Real, en la que es catedrático el actual rector. Como compensación se implantará un Grado en Bioquímica, pero sería mucho más fácil añadir el cuarto curso (dado que ya funcionan los tres primeros y el nuevo plan de estudios es de cuatro años), que quitar lo que ya existe, sobre todo teniendo en cuenta que la nueva titulación que se quiere implantar sólo comparte con Químicas un 10% de contenidos. ¿Y que hacemos con los profesores contratados con un perfil docente para Química -y no para Bioquímica-, y con los laboratorios implantados y operativos, y dotados con equipamientos que han costado millones?
Bienvenida sea la nueva carrera de Bioquímica, igual que en su día se implantaron los entonces novedosos estudios de Ciencias Ambientales, hoy punteros y consolidados, pero sin hacer desaparecer los de Químicas, implantados en nuestra provincia muchos años antes de que se crease la facultad ciudadrealeña.
El artículo que escribió hace año y medio el profesor Fernando Langa cuando se hizo pública la intención de suprimir los estudios de Química en Toledo (primera parte y segunda parte)
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