Leemos en prensa que la reja de S. Juan de la Penitencia ha sido restaurada y vuelta a montar en el Museo de Santa Cruz. Han pasado setenta y cinco largos años desde aquel aciago 1936 de tan amargo recuerdo, no sólo para las personas, sino para el patrimonio histórico-artístico. Hagamos un poco de memoria: El edificio fue mandado construir en 1511 por D. Francisco Jiménez de Cisneros, el Gran Cardenal de España, al arquitecto Pedro Gumiel, para acoger un convento de franciscanas y un colegio de doncellas (antecesor del otro que fundara más tarde Siliceo). El edificio de S. Juan de la Penitencia se conservó íntegro hasta el 24 de Julio de 1936 en que el odio de los hombres se lo llevó por delante. Se salvó un excelente artesonado mudéjar, que cubría la sala de la abadesa, trasladado al convento de San Antonio de Padua y adquirido por el Estado en 1969, y la gran reja del presbiterio, encargada por Cisneros al escultor y maestro rejero Juan Francés (autor también de la reja de la Capilla Mozárabe de la Catedral), reja que fue también adquirida por el Estado tras haber sido restaurada y consolidada por el último gran herrero forjador de Toledo, D. Julio Pascual y Martín, artífice de las verjas de la mezquita del Cristo de la Luz (lamentablemente mutiladas el año pasado) , de la Escuela de Artes y Oficios (también mutilada en 2008) y de las barandillas de Zocodover, en el que fue uno de sus últimos trabajos.
El edificio de San Juan de la Penitencia fue restaurado por el Estado para albergar un colegio de la Sección Femenina, aunque acabó cediéndolo en 1981 a la Diputación (a cambio de San Pedro Mártir el Real, que albergaba el Asilo Provincial) para la ampliación del Colegio Universitario de Toledo. El resto lo conocemos todos. Allí se instalaron la sección de Químicas (lamentablemente sólo el primer ciclo) y la entonces recién creada de Derecho (la carrera completa). Desde entonces numerosas promociones de juristas y químicos pasaron por S. Juan de la Penitencia, que acogió también al Conservatorio Provincial (transferido a la Junta en 2010) y al Centro de Estudios Internacionales de la Fundación Ortega y Gasset. Incluso acogió en 1998 durante medio curso a la primera promoción de Ciencias Ambientales, antes de que se trasladasen, junto con los químicos, a su Facultad actual, en la Fábrica de Armas.
Aquella reja que restauró como pudo D. Julio Pascual se volvió a almacenar hasta 1991, en que se envió al antiguo Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales (hoy IPCE), en donde fue cuidadosamente tratada y restaurada con los mejores medios técnicos posibles contemporáneos... y nuevamente almacenada por motivos que no se nos alcanza a comprender. Veinte años después ha sido trasladada a su ciudad de origen, y, tras un laborioso montaje de más de medio año, se ha expuesto al público en el Museo Arqueológico Provincial y de Bellas Artes de Toledo, es decir, el Museo de Santa Cruz.
Nos alegramos de que, por fin, los toledanos podamos admirar una obra de arte que creíamos perdida y que, además, procede de S. Juan de la Penitencia, un edificio tan vinculado a la memoria universitaria de nuestra ciudad. Enhorabuena a aquellos que lo han hecho posible.
Para saber más:
La rexa del maestro Francés, por Adolfo de Mingo (23/08/2010)
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